Dimensión vocacional
El seminarista vive y asume su vocación bautismal, descubriendo sus cualidades y virtudes cristianas en la vida comunitaria, que le permitan hacer su opción vocacional específica en miras a la santidad.
Dimensión humana
El seminarista fortalece su proceso de madurez e integración de su personalidad mediante el acompañamiento y la formación para descubrir y cultivar su identidad humana.
Dimensión cristiana
El seminarista experimenta un encuentro con Cristo, mediante la escucha de la Palabra, la vida sacramental, los actos de piedad, la oración y experiencias pastorales, para descubrir y cultivar su vida cristiana.
Dimensión intelectual
El seminarista fortalece y consolida su formación humanista, mediante la adquisición de conocimientos, y el desarrollo de habilidades y actitudes, que lo orienten a afianzar su responsabilidad como estudiante.